¿Eres una persona a la que le encantan los desafíos, o por el contrario, los odias? Debo admitir que he pasado gran parte de mi vida como una persona que a la que no le gustaban los desafíos.
Yo siempre pensaba que el enfrentarse a un nuevo desafío era alto frustrante, exasperante y lleno de obstáculos que me alejaba de lo que quiero ser.
Antes solía tomármelos como algo personal, Incluso pensaba que el universo me debía de odiar por presentármelos en mi camino, ahora sin embargo, me gusta verme en la lucha.
A medida que he ido creciendo, me parece que mi naturaleza competitiva ha ido aumentando para enfrentarme a estos desafíos, y estoy aprendiendo a verlos de una manera diferente.
La mayoría de nosotros sabemos que para obtener una gran recompensa se requiere un gran sacrificio y esfuerzo.
Seguramente conoces el viejo dicho de que nada vale la pena si se obtiene fácilmente. En cierto modo esto es verdad. Si todo lo que quisiéramos en la vida, nos fuera entregado sin más, probablemente no tendríamos un gran aprecio por ello.
Por otro lado, cuando nos esforzamos por conseguir algo y luego vemos los resultados ante nuestros ojos, tenemos un fuerte sentido de orgullo y satisfacción por el logro conseguido. Podemos señalarlo y decir, «lo quería conseguir y lo hice, fue duro, pero de todos modos lo hice.»
Debemos de ver a los desafíos cono lo que realmente son, como oportunidades. Oportunidades para crecer y aprender, para fortalecernos, para poner a prueba la fe en nosotros mismos.
Los desafíos nos revelan lo mucho que deseamos crear los sueños en nuestros corazones, y lo duro que estamos dispuestos a trabajar por ellos. Y esto es una bendición.
Puede que al principio no lo veamos de sea manera, pero con un pequeño cambio de actitud, podemos ver que se nos ha entregado una increíble oportunidad.
La próxima vez que la vida te presente un desafío, siéntate un momento a pensar lo que significa. ¿Es el universo el que me envía un problema y quiero decir «no», o por el contrario «quiero esforzarse más para lograr mi objetivo”?
No mires a los desafíos como un fin, Míralos como una puerta que da acceso a los deseos de tu corazón.
Esa puerta podría estar cerrada, pero tú tienes la llave. Tal vez se te olvidó donde tienes guardada la llave, o se le olvidó que aún tienes que empezar.
Puede ser que te tome un poco de esfuerzo y paciencia el volver a encontrarla de nuevo, o incluso podrías tener que crear una nueva, pero cree en ti, incluso si no estás seguro de cómo hacerlo todavía.
Con el tiempo he aprendido que no es importante tener todas las respuestas ahora mismo. Cuando se presentan los desafíos que tenemos ante nosotros, no podemos saber cómo vamos a pasar por encima de ellos.
Puede parecer que no tenemos esperanza en un primer momento. Los retos pueden parecer abrumadores cuando no tenemos una solución.
Sin embargo, la vida misma se parece muchísimo a esto también. A veces la vida es similar a los golpes que te das al entrar a una habitación a oscuras, tratando de encontrar el interruptor de la luz.
Es posible que entremos a la habitación sin encontrar el interruptor de la luz de inmediato, sólo tenemos que ir poco a poco y con cuidado. De un momento a otro, nos encontramos con nuestro camino.
En lugar de rendirte cuando aparecen obstáculos en tu camino, mira a los desafíos como una oportunidad.
El mayor desafío es la elección de tu propia actitud. ¿Vas a ponerte nervioso y enojado ante el desafío, o te vas a mostrar emocionado y decidido?
¿Te vas a poner a llorar, o vas a subirte las mangas y ponerte a trabajar?
Algunos de nosotros asumimos una mentalidad de víctima cuando surgen obstáculos, y creo que puedo saber por qué sucede esto. Sentimos como si universo se metiera con nosotros, ¿no es así? Creo que casi todos hemos pasado por esto!
¿Por qué no cambiar tu forma de pensar, y pensar en los obstáculos como un reto personal? En lugar de sentir que el universo está metiendo contigo, piensa que te esta retando a encontrar una solución.
Dite a sí mismo: «Está bien tal y como ha sucedido, ¿ahora qué voy a hacer al respecto? Pon a trabajar tus habilidades para lograr la solución del problema.
Una vez que comenzamos a cambiar nuestra actitud ante los obstáculos y desafíos, puede que incluso llege a ser a ser algo divertido.
Nuestra naturaleza humana competitiva se levanta y se prepara para ganar, no importa qué tratemos de conseguir. Desarrollamos una férrea determinación de no ser golpeados por el desaliento.
De hecho, un ejercicio interesante es el fingir que existe un gran crítico que se ríe burlonamente y te dice, «Tu no puede hacer eso.» Simplemente sonríe con maldad, arremángate y dile, «Mírame, a ver si puedo!»
Me gustaría saber tu opinión al respecto, así que siéntete libre de dejarme tu comentario, todos serán bien recibidos
Atentamente
Pedro Ariza Ariza
Estoy contigo Pedro, tener la mentalidad adecuada en todos los aspectos de la vida es lo que te hace convertir en oportunidades los desafios y dificultades. Es la diferencia entre los que tienen exito y los que se lamentan toda la vida. Cada desafio te hace aprender, conocerte a ti mismo, crecer como persona y sobre todo te da la fuerza para afrontar los demas con mas garantia de exito al mismo tiempo que disfrutar de la sensacion de logro de ver el objetivo cumplido.
Un Fuerte Abrazo Pedro
Juan Carlos Camaño
Claro que si Juan Carlos, como íbamos a disfrutar de cada éxito cosechado si este no nos hubiese costado nada lograrlo, mientras mayores sean la dificultades para lograr cualquier meta, mas grande será la satisfacción una vez lograda, y más fuerza nos va a dar para afrontar el próximo reto que se nos presente en la vida
Un saludo
Pedro